¿A quién se aplica la Optometría Pediátrica?
Todos los niños, tengan o no síntomas o signos de alteración visual, deben ser examinados. La atención primaria la realiza el pediatra controlando la agudeza visual con la presentación de optotipos adaptados a cada edad, y el Optometrista ha de completar esta labor con las pruebas complementarias necesarias.
Cuál es la importancia de la Optometría Pediátrica?

Como seguro ya sabes, qué es ser optómetra pediatrícos son aquellos profesionales que velan por la salud visual y que, a pesar de que no realizan cirugías oculares, pueden recetar medicamentos y tratar enfermedades que afectan o disminuyen la visión. De allí la importancia de diagnosticas enfermedades visuales a tiempo, sobre todo, en niños, a través de la optometría pediátrica.
Los optómetras pueden detectar anomalías oculares comunes y enfermedades que pueden conducir a la pérdida permanente de la visión o incluso a la ceguera, como el glaucoma, una enfermedad que daña el nervio óptico; la degeneración macular relacionada con la edad, una afección en la que el tejido sensible a la luz de los ojos se descompone; las cataratas, que nublan el cristalino del ojo y conducen a la pérdida de la visión o la retinopatía diabética o daño a los vasos sanguíneos en la parte posterior del ojo relacionado con la diabetes.
Contrario a lo que popularmente se cree, son muchas las razones por las que estas y otras afectaciones pueden aparecer en cualquier momento de la vida, afectando el desarrollo de esta. Por ello, un optómetra que sepa revisar, diagnosticar y tratar a tiempo estas condiciones, hará de la vida de las personas algo mucho mejor, en especial, si se trata de niños.
¿Qué es la optometría pediátrica?
¿Qué es optometristas pediátrica? Es un profesional especializado en la salud ocular de los niños. Tienen capacitación, educación y experiencia adicionales trabajando con niños, realizando exámenes y pruebas de la vista adaptados para ellos, y reconociendo y tratando afecciones oculares específicas de sus edades.
Al igual que un optómetra general, realizan exámenes completos de la vista, recetan lentes correctivos (anteojos y lentes de contacto) y diagnostican y tratan problemas oculares y condiciones de la vista.
Sus consultas suceden cuando un optómetra infantil u optometrista pediátrico general considera que se necesita atención optométrica infantil especializada, a menudo porque puede haber un problema de combinación de ojos u otro problema que no se puede corregir solo con anteojos o lentes de contacto.
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¿Qué necesita un profesional en optometría pediátrica?
Para convertirte en optómetra pediátrico, primero debes completar un título de cuatro o cinco años de un colegio o universidad, ojalá con acreditación de alta calidad, y dedicar otro tiempo más de cursos y estudios clínicos para especializarte en la población infantil. Por lo general, también se requiere una experiencia adicional de optometría pediátrica.
La práctica y conocimiento específico en este campo son esenciales, pues los optómetras pediátricos suelen ser la primera parada para los niños que presentan problemas con el desarrollo de la visión. Las condiciones más comúnmente tratadas en optometría pediátrica son:
- Errores de refracción: miopía (miopía), hipermetropía (hipermetropía) y astigmatismo
- Ambliopía (ojo vago)
- Estrabismo (ojos desalineados o cruzados)
- Insuficiencia de convergencia
- Problemas de salud ocular, como infección, secreción, inflamación y lesiones.
- Daltonismo
Estos profesionales también pueden detectar afecciones más graves que no pueden tratarse en su consultorio. Su criterio es necesario para poder consultar con un neuro oftalmólogo o un especialista en retina, en caso de ser necesario.
Los centros de procesamiento visual y de control del movimiento ocular del cerebro no están completamente desarrollados o maduros cuando nacemos. Las células y sus funciones se desarrollan a lo largo de la primera década de vida. Debido a la inmadurez del sistema visual del niño, los trastornos que pueden tener poco efecto en la capacidad de ver de un adulto pueden tener un efecto profundo y de por vida en la visión de los pequeños.
He allí la importancia de contar con más profesional en optometrista pediátrico, pues la población de niños que pueden requerir atención en este sentido es alta en todas las poblaciones del mundo y siempre será más recomendable diagnosticar y tratar determinadas condiciones visuales en el momento adecuado para poder corregirlas exitosamente.
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¿Qué es la Optometría Pediátrica?
Se encarga del examen optométrico en la infancia (desde el nacimiento hasta los 14 años). Al ser el periodo en el que se desarrolla la visión, la Optometría Pediátrica tiene muchos campos de actuación para favorecer el correcto desarrollo visual y evitar problemas futuros tanto visuales como de rendimiento.
En cada etapa del crecimiento, hay pruebas específicas que el Optometrista Pediátrico maneja pudiéndose medir por ejemplo la agudeza visual o la visión estereoscópica hasta en lactantes o niños que aún no saben hablar.
¿Ante qué problemas se aplica la Optometría Pediátrica?
Ante cualquier indicio de alteración visual se actúa desde el nacimiento, controlando desde las estructuras externas del ojo (párpados, conjuntiva, lagrimales…) a las internas (tumores retinianos, cataratas congénitas…).
Descartados los problemas patológicos suelen ser los padres, familiares o profesores del niño los que ven indicios de falta de visión (se acerca mucho al leer o a la tele, se rascan los ojos, guiñan un ojo…) o falta de rendimiento (lee lento para su edad, se salta párrafos, no recuerda lo leído…).
Estrabismo infantil
¿Qué es el estrabismo (ojos cruzados)?
El estrabismo (ojos cruzados) es una afección ocular común entre los niños. Se produce cuando los ojos no están alineados correctamente y apuntan en distintas direcciones (desalineación). Un ojo puede mirar hacia adelante y el otro apuntar hacia la nariz, hacia afuera, hacia arriba o hacia abajo. La desalineación puede alternar entre un ojo y otro.
El estrabismo es un defecto visual que consiste en la pérdida de paralelismo de los ojos, de modo que cada ojo mira en una dirección.
En ocasiones, uno de los ojos es el dominante y el otro se desvía, pero también puede ocurrir que exista alternancia ocular, es decir, que a ratos se mire con el ojo derecho (desviando el izquierdo) y a ratos, con el izquierdo (desviando el derecho).
Existen diferentes tipos de estrabismo. Cada uno tiene sus características clínicas, edad de comienzo, pronóstico y tratamiento.
Algunos estrabismos se presentan antes de los 6 meses de vida (estrabismo congénito) y otros aparecen años más tarde e incluso en la edad adulta.
“A partir de los 10 años no será posible recuperar un ojo vago, y posiblemente habrá que recurrir a la cirugía para corregir el estrabismo”. Dra. Wert – IMO Barcelona
¿Por qué se produce el estrabismo?
¿Qué es la ambliopía?
La ambliopía u "ojo vago" es una afección en la que el ojo y el cerebro no funcionan en conjunto como deberían. Los niños que la padecen desarrollarán buena vista en un ojo y mala en el otro.
Con frecuencia, los niños se acostumbran a este problema de la vista y tal vez no se lo mencionen a sus padres. Como resultado de esto, la ambliopía puede diagnosticarse meses o años más tarde, mientras los padres le achacan las bajas calificaciones o la torpeza a un niño que no tiene aptitudes académicas o deportivas.
Pero a veces la solución es tan fácil como llevar al niño al oculista. El tratamiento para la ambliopía puede corregir la manera en la que el ojo y el cerebro funcionan juntos y fortalecer la vista. El tratamiento temprano es importante; si se espera o no se recibe el diagnóstico adecuado, podría haber pérdida permanente de la vista.
¿Qué ocurre en una ambliopía?
Desde el nacimiento hasta aproximadamente los 8 años de edad, los ojos de los niños forman conexiones vitales con el cerebro. Todo lo que bloquee o nuble la vista en uno o ambos ojos puede hacer más lentas estas conexiones o impedirlas.
Si esto ocurre, el cerebro tal vez no reconozca completamente las imágenes vistas por un ojo o por ambos. Después, el cerebro empieza a ignorar las imágenes procedentes de un ojo que, si no padeciera esta afección, estaría sano. El ojo se debilita y pierde agudeza visual. A esto nos referimos cuando hablamos de un ojo con ambliopía.
¿Cuál es la causa de la ambliopía?
Son varias las cosas que pueden interferir con las conexiones normales entre el cerebro y el ojo, y que pueden provocar ambliopía.
Uno de los problemas más comunes es el estrabismo. En esta afección, uno o ambos ojos se entrecruzan ("ojos cruzados") o están desviados hacia afuera, arriba o abajo. Cuando los ojos no están alineados, el ojo alineado o el más alineado de ambos se convierte en el ojo más dominante. La agudeza visual de ese ojo se conserva porque el ojo y su conexión con el cerebro funcionan con normalidad. Sin embargo, el ojo mal alineado o más débil no enfoca correctamente, y el cerebro suprime o ignora sus señales, lo que acaba generando, a la larga, una ambliopía.
No todos los niños con ambliopía son bizcos ni tienen la mirada desviada. De hecho, muchos de ellos tienen los ojos perfectamente alineados. Si es así, la ambliopía puede deberse a una anomalía anatómica o estructural que interfiere con la visión o la bloquea, como un párpado caído o una catarata.
Otra causa de la ambliopía es la hipermetropía grave (hiperopía), la miopía o el astigmatismo (un tipo de visión borrosa). Estos problemas hacen que se nuble la vista y estas imágenes borrosas se envían al cerebro. Con el tiempo, el cerebro empieza a ignorar esas imágenes, lo que provoca una ambliopía en uno o en ambos ojos.
A veces, tener diferente nivel de visión en cada ojo (lo que recibe el nombre de anisometropía) puede causar ambliopía. Cuando un ojo ve más claro que el otro, el cerebro ignora al ojo de visión borrosa.
La genética también desempeña un papel. La ambliopía suele ser hereditaria. También es más frecuente en niños prematuros o en aquellos afectados por un retraso del desarrollo.
¿Cuáles son los signos y los síntomas de la ambliopía?
La mayoría de los niños con ambliopía no se quejan de problemas en la vista. Con el tiempo, se acostumbran a ver bien con un ojo y a ver mal con el otro.
Con frecuencia, los padres o los maestros se dan cuenta de que el niño está teniendo problemas en la vista, porque cruza los ojos, bizquea frecuentemente o inclina la cabeza hacia un lado para ver mejor. Algunos niños tienen una mala percepción de la profundidad y dificultad para ver en tres dimensiones.
Es importante visitar a un profesional del cuidado de la salud para hacer controles de vista regulares a fin de detectar problemas en los niños.
¿Cómo se trata la ambliopía?
El tratamiento de la ambliopía implica forzar al cerebro a prestar atención a las imágenes procedentes del ojo con ambliopía o más débil para mejorar la visión en ese ojo. Esto se lleva a cabo mediante anteojos graduados, parches, gotas oculares, una intervención quirúrgica (operación) o una combinación de estos tratamientos:
- Anteojos graduados. Los anteojos graduados se recetan cuando la ambliopía se debe a graves errores de refracción y/o una anisometropía (cuando un ojo ve con más claridad que el otro). Los anteojos graduados ayudan a enviar al cerebro imágenes claras y bien enfocadas, que le enseñarán a “poner en funcionamiento” el ojo más débil. Esto permite que el cerebro utilice ambos ojos a la vez y vea con normalidad.
- Parches oculares. En muchos casos, los niños afectados por una ambliopía deben llevar un parche ocular sobre el ojo no afectado. El parche se debe llevar entre 2 y 6 horas al día mientras el niño está despierto durante varios meses o varios años, dependiendo de la afección. Hay dos tipos de parches oculares: uno se coloca directamente sobre del ojo; el otro, diseñado para niños que llevan anteojos, es un parche de tela que se adapta de una forma segura a una de las lentes.
Asegurarse de que un niño use un parche en el ojo puede ser todo un desafío. Pero los niños suelen adaptarse bien y el parche simplemente se convierte en una parte de su vida. Durante el período de adaptación, distraerse con un juguete nuevo y atractivo, ir al parque o jugar al aire libre les puede ayudar a olvidarse de que llevan puesto un parche. - Gotas de atropina. A veces, pese a todos los esfuerzos de los padres, algunos niños se niegan a utilizar un parche ocular. En estos casos, se pueden usar gotas de atropina. Del mismo modo que un parche ocular impide la visión del ojo sano, las gotas de atropina harán que este ojo vea borroso de forma temporal, lo que obligará al cerebro a reconocer las imágenes procedentes del ojo afectado.
- Cirugía. Si la ambliopía de un niño se debe al estrabismo y el tratamiento con anteojos graduados, parches o gotas oculares no mejora su alineación ocular, una intervención quirúrgica (cirugía) en los músculos oculares puede ser una buena opción. También se puede hacer una cirugía cuando la ambliopía se debe a un párpado caído o a una catarata.
Esta cirugía consiste en aflojar o tensar los músculos que están provocando la desviación del ojo. Este tipo de cirugía suele ser ambulatoria.
¿Qué más debo saber?
Los niños alcanzan la "madurez visual" en torno a los 8 años de edad; después de este momento, los problemas en la vista pueden ser más difíciles de tratar. Cuanto antes se diagnostique y se trate la ambliopía, más probabilidades habrá de mejorar la visión y de evitar pérdidas visuales permanentes.
Exámenes de la vista para niños
A veces, los problemas en la vista no presentan signos claramente detectables. Por lo tanto, es importante que los niños tengan revisiones oculares una vez al año. Esas revisiones se deben iniciar en torno a los 2 o 3 años de edad y deben proseguir durante toda la etapa preescolar para poder detectar posibles problemas antes de que el niño alcance la madurez visual.
La mayoría de las pruebas de cribado se hacen en el consultorio del pediatra o bien en las revisiones médicas que se llevan a cabo en los centros escolares. Si detectaran algún problema, remitirían a su hijo a un oftalmólogo u oculista pediátrico, para que complete la evaluación y lleve a cabo el tratamiento.
Si tiene preguntas sobre la vista de su hijo, hable con su médico.
En la aparición del estrabismo pueden influir varias causas. Entre los factores oftalmológicos, los más frecuentes son:
- Un mal control del alineamiento ocular por parte del cerebro
- La asociación con un defecto refractivo, el más común es la hipermetropía
- Existen otras causas menos frecuentes pero más graves que el oftalmólogo deberá descartar.
Como el control de la posición ocular se produce en el cerebro, un estado de “sobrecarga” para el sistema nervioso central puede provocar el “debut” de un estrabismo: un cuadro febril grave, una enfermedad o incluso el estrés que suelen padecer los niños al cambiarse de colegio, ante una separación, etc. Por lo tanto, es frecuente que el estrabismo se manifieste tras una de estas situaciones.



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