martes, 10 de diciembre de 2024

TERAPIA VISUAL



La terapia visual optométrica es una secuencia de actividades neurosensoriales y neuromusculares prescritas y supervisadas individualmente por el médico optometrista para desarrollar, rehabilitar y mejorar las habilidades y el procesamiento visual.

 
Ejercicios visuales que corrigen tu visión y permiten librarte de las gafas o de las lentillas. Este tipo de afirmaciones que encontramos por internet, en aplicaciones móviles y en otros medios, y que prometen la corrección de defectos refractivos con simplemente ejercitar los ojos, circulan entres nosotros desde hace un tiempo.

No obstante, ¿funcionan realmente los ejercicios oculares? Según la Academia Americana de Oftalmología, no existe evidencia científica que respalde esta afirmación.


¿Qué son los ejercicios oculares?

Los ejercicios oculares se basan en hacer movimientos de arriba abajo, de derecha a izquierda o movimientos circulares para hacer trabajar los músculos y ejercitar la vista en diferentes distancias.

Cabe destacar que este tipo de ejercicios básicos, no forman parte de una terapia visual prescrita, normalmente, por un optometrista, para corregir la alineación de los ojos u otros problemas oculares binoculares que sí requieren de ejercicios de la visión.


No se ha demostrado que ayuden a la corrección visual de errores de refracción

En 2014, la Academia Americana de Oftalmología (AAO) dio la voz de alarma para aclarar ante la opinión pública que este tipo de ejercicios oculares que prometen la corrección de errores de refracción, no están respaldados por la evidencia científica y, por lo tanto, no se puede afirmar que este tipo de ejercicios mejoren la visión en aquellas personas con miopíahipermetropíaastigmatismo y/o presbicia.

Así pues, no se ha podido contrastar que el uso de este tipo de ejercicios reduzca el uso de gafas. Un adulto mayor de 40 años, muy probablemente acabará desarrollando presbicia y utilizando corrección óptica, aunque ejercite los ojos.

La AAO recordó, además, que los ejercicios visuales pueden no ser efectivos para la corrección de estas patologías visuales y que no está demostrado que, este tipo de ejercicios, que se suelen recomendar a niños con problemas de aprendizaje, mejoren la eficiencia visual de quien los lleva a cabo.


¿En qué caso sí podrían ayudar los ejercicios oculares?

Los ejercicios oculares pueden ser de ayuda para el tratamiento de la insuficiencia de convergencia.

Este trastorno se da cuando los ojos no se mueven a la vez al enfocar un objeto de cerca. Esto dificulta actividades cotidianas como es la lectura o la escritura. En este caso, una terapia con ejercicios oculares puede ayudar a que los ojos se muevan de manera coordinada. En cualquier caso, esta terapia visual debe ser establecida por un oftalmólogo u optometrista.

Los ejercicios de la visión que se prescriben para este trastorno suelen incluir ejercicios como enfocar con los ojos las letras que aparecen en un lateral de un lápiz a medida que este se aproxima al puente de la nariz.


El oftalmólogo siempre debe establecer el tratamiento

A día de hoy, es importante tener en cuenta que no se ha demostrado con evidencia científica que los ejercicios visuales nos ayuden a tener una visión más nítida y, por lo tanto, no se puede sustentar que los ejercicios oculares mejoren la eficiencia visual.

Ante las dudas que puedan surgir tras afirmaciones sobre posibles tratamientos para la corrección de errores de refracción, siempre se debe consultar a un oftalmólogo.

El especialista es quien debe establecer el tratamiento adecuado para cada caso, tras valorar los antecedentes del paciente y examinar sus ojos.



¿Qué es el ojo rojo?

Es un término general que engloba a todas las enfermedades que producen enrojecimiento ocular. Es por tanto un signo y no una enfermedad en sí misma. Hablamos de ojo rojo cuando se produce un enrojecimiento de la parte blanca del ojo -la esclerótica-, por la presencia de vasos sanguíneos inflamados y dilatados, y en alguna ocasión por  la rotura de algún capilar.

Este enrojecimiento puede estar causado por un amplio número de patologías. La mayoría de ellas tienen carácter leve, aunque algunas pueden ser graves. Puede tratarse incluso de una urgencia médica que hay que atender inmediatamente. En general, el grado de enrojecimiento no se relaciona con la gravedad de la enfermedad, pero sí puede revestir gravedad si se acompaña de disminución de la visión o dolor ocular.

El ojo rojo es  uno de los motivos más frecuentes de consultas oftalmológicas atendidas por los médicos de familia y oftalmólogos. A menudo, las molestias desparecen por sí solas, pero, en algunas ocasiones, es necesario un tratamiento que dependerá de la causa que ha provocado ese enrojecimiento. Entre las más comunes se hallan infecciones como la conjuntivitis, traumatismos oculares, las abrasiones en la córnea o la inflamación de los párpados. Una causa poco habitual, pero sí muy grave, es el glaucoma de ángulo cerrado agudo o la uveítis.


¿Qué síntomas tiene el ojo rojo?

En raras ocasiones, el enrojecimiento es el único síntoma del ojo rojo. También pueden aparecer otros como:

  • Lagrimeo.
  • Secreción (legañas) y ojo pegado.
  • Picor, escozor y ardor.
  • Sensación de cuerpo extraño en el ojo.
  • Sensibilidad a la luz intensa.

Todas estas manifestaciones suelen indicar que se trata de un trastorno leve.

En cambio, la presencia de dolor, cambios en el tamaño de las pupilas (especialmente si tiene lugar solo en uno de los dos ojos) o una disminución de la agudeza visual sí pueden indicar un cuadro más grave.

En algunas ocasiones, los síntomas pueden afectar a otras partes del cuerpo. Por ejemplo, puede haber secreción nasal, tos, náuseas o vómitos. En estos casos es conveniente acudir al médico.


¿Cuál es la causa de este trastorno?

El ojo rojo se produce por múltiples causas, que pueden afectar a diferentes partes del ojo. Algunas de las causas más leves son:

  • Conjuntivitis. Es la causa más frecuente de ojo rojo. Es la inflamación de la conjuntiva, el tejido fino y transparente que cubre el interior del párpado y la parte blanca del ojo. Puede ser infecciosa bacteriana o vírica o de origen alérgico.
  • Hemorragia subconjuntival (equimosis subconjuntival o hiposfagma). Se produce por rotura vascular (una venita). Es una colección de sangre por debajo de la conjuntiva y se percibe como una mancha roja uniforme por encima de la esclerótica (parte blanca del ojo). Suele deberse a esfuerzos físicos intensos incluidos los debidos a un ataque de tos, estornudos o accesos de vómitos. Suele desaparecer espontáneamente en unos días.
  • Blefaritis. Es la inflamación de los folículos de las pestañas. Puede o no haber ojo rojo pero casi siempre hay legañas.
  • OrzuelosSon nódulos (abultamientos) dolorosos que se forman en el borde del párpado como consecuencia de la inflamación de las glándulas sebáceas del párpado.
  • Sequedad del ojo, causada a veces por el aire muy seco o por déficit de producción de lágrimas.
  • Sobreexposición a ultravioletas, ya sea por exposición excesiva al sol o por exposición a fuentes de ultravioletas (como soldadura). En ocasiones se acompaña de dolor ocular, especialmente por la noche.

Otras causas más graves o que pueden revestir cierta gravedad son:

  • Herpes zóster oftálmico. Es la infección causada por el virus herpes en el ojo. Suelen aparecer vesículas alrededor del ojo y se suele acompañar además de dolor, malestar general y fiebre.
  • Úlceras corneales. Suelen generarlas infecciones bacterianas o virales de gravedad.
  • Inflamaciones de otras partes del ojo, que pueden ser graves si no se tratan: la úvea -uveítis-, el iris -iritis- (ambas suelen cursar con dolor y normalmente aparecen en un solo ojo), el saco lagrimal -dacriocistitis aguda- (puede aparecer un nódulo en la zona del lacrimal y con pus y dolor), la esclerótica -escleritis- (aparece dolor y ardor), la órbita -celulitis orbitaria- (aparece hinchazón del ojo, malestar general, fiebre, intolerancia a la luz)
  • Abrasiones o arañazos en la córnea provocados por arena, polvo u otras partículas pequeñas atrapadas bajo el párpado. Otra posible causa es el uso excesivo de lentes de contacto o su empleo sin la limpieza adecuada de estas. El médico valorará el alcance de la lesión .
  • La presencia de cuerpos extraños en el ojo.
  • Glaucoma de ángulo cerrado agudo. Produce un aumento súbito de la presión dentro del ojo, un intenso dolor y pérdida de visión (la forma más común de glaucoma es crónica y gradual).

¿Cuál es su tratamiento?

Si las molestias son leves, el ojo rojo no suele requerir tratamiento. En caso de que el motivo sea la fatiga ocular, es recomendable descansar los ojos. Para reducir las molestias, también se puede optar por la limpieza de los párpados y pestañas, el lavado ocular con suero fisiológico (especialmente si se debe a entrada de cuerpo extraño)  o el uso de gotas como la lágrima artificial para suavizar la irritación o la sensación de ojo seco. En caso de la aparición de prurito, se aconseja la aplicación de compresas frías o tibias sobre los párpados y con los ojos cerrados para aliviarlo.

El oftalmólogo determinará el tratamiento más adecuado para el ojo rojo.
En caso de visión borrosa, hay que buscar asistencia médica de inmediato.

En otros casos, será necesario tratar la causa. Para ello, el oftalmólogo indicará el tratamiento más adecuado tras la exploración del ojo. Por ejemplo, la conjuntivitis infecciosa de origen bacteriano requerirá normalmente de la administración de antibióticos.

10 sencillos ejercicios oculares para fortalecer el ojo vago: Guía para mejorar la visión

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simple exercises to strengthen your lazy eye

El ojo vago puede provocar una disminución de la agudeza visual y una mala percepción de la profundidad. Aunque el ojo vago requiere intervención médica, hay varios ejercicios oculares sencillos que puede hacer en casa para complementar el proceso de tratamiento. En este blog, le daremos diez ideas de ejercicios oculares que cualquiera puede hacer en casa, a coste cero. Además, puedes incorporar estos sencillos ejercicios a su rutina diaria y corregir el ojo vago. ¡Diviértete arreglando tus ojos vagos!

Parches oculares

Los parches oculares son una técnica habitual y bastante eficaz para tratar el ojo vago. Consiste en cubrir el ojo más fuerte con un parche, lo que obliga al ojo más débil a trabajar más. Empiece llevando el parche unas horas al día y aumente gradualmente su duración.

Cambio de enfoque

Este ejercicio ayuda a mejorar la coordinación entre ambos ojos. Mantén el dedo delante de la cara, concentrándote en él. Acércate lentamente el dedo a la nariz mientras mantienes la concentración. Luego, vuelve a alejarlo lentamente. Repite este ejercicio unos minutos cada día.

Seguimiento ocular

Siéntate en una postura cómoda y concéntrate en un objeto pequeño, como un bolígrafo o un lápiz. Mueve el objeto en distintas direcciones mientras lo sigues con la mirada. Este ejercicio favorece el movimiento de los ojos y ayuda a mejorar la capacidad de seguimiento.

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Desplazamiento cercano-lejano

Sujeta dos objetos a diferentes distancias: uno más cerca de ti y otro más lejos. Concéntrate en el objeto más cercano durante unos segundos y, a continuación, cambia el enfoque hacia el objeto más lejano. Repite este ejercicio varias veces, aumentando gradualmente la distancia entre los objetos.

Rodamiento de ojos

Siéntese cómodamente y ruede lentamente los ojos en el sentido de las agujas del reloj. A continuación, cambie a la dirección contraria a las agujas del reloj. Realice este ejercicio durante unos minutos al día. El rodamiento de los ojos ayuda a fortalecer los músculos oculares y a mejorar la flexibilidad.

Rodar los ojos ayuda a fortalecer los músculos oculares y a mejorar la flexibilidad
Poner los ojos en blanco también puede ser beneficioso. Así que, la próxima vez que le hagas esto a tu pareja, ¡estás haciendo ejercicios oculares para el ojo vago! 😉

Exploración visual

Coge una hoja de papel con números o letras dispuestos al azar. Usa los ojos para encontrar y leer cada número o letra en secuencia, empezando por la esquina superior izquierda. Este ejercicio aumenta la capacidad de exploración visual y mejora la coordinación ocular.

Cambio de enfoque

Busca dos objetos: uno cerca y otro lejos. Concéntrate en el objeto cercano durante unos segundos y, a continuación, cambia rápidamente el enfoque hacia el objeto lejano. Repite este ejercicio varias veces, con el objetivo de conseguir una transición suave entre el enfoque de cerca y el de lejos.

Trazado de letras

Con el dedo, traza las letras del abecedario sobre una mesa o cualquier superficie plana. Enfoca tus ojos en tu dedo y en las letras trazadas a medida que avanzas. Este ejercicio mejora el movimiento de los ojos y la coordinación.

Trazar las letras durante la lectura puede ayudar a fortalecer el ojo vago.

Sigue la luz

En una habitación poco iluminada, sujeta una linterna pequeña o un bolígrafo. Mueve la luz lentamente en distintas direcciones, de arriba abajo y de lado a lado. Utiliza los ojos para seguir el movimiento de la luz. Este ejercicio mejora la coordinación ocular y fortalece los músculos de los ojos.

Cuerda de Brock

La cuerda de Brock consiste en una larga cuerda, normalmente de unos 3 metros de longitud, con varias cuentas o botones de colores sujetados a intervalos específicos. La cuerda suele estar sujeta por ambos extremos, uno de ellos atado a un objeto fijo y el otro sujeto por la persona que lo utiliza.

La cuerda de Brock es una herramienta de entrenamiento visual utilizada para mejorar la coordinación ocular, la percepción de la profundidad y la capacidad de convergencia.

La cuerda de Brock es una sencilla herramienta de terapia visual que se utiliza para tratar el ojo vago o la ambliopía.

Instrucciones para la cuerda de Brock

  1. Coloca la cuerda: Comienza sujetando un extremo de la cuerda a un objeto fijo, como el pomo de una puerta o una silla. Sujeta el otro extremo del cordel, extendiéndolo recto frente a ti a la altura de los ojos.
  2. Colocación de las cuentas: La cuerda debe tener varias cuentas o botones de colores sujetados a intervalos iguales. Las cuentas suelen colocarse siguiendo un patrón específico: una cuenta cerca de ti, seguida de dos cuentas un poco más alejadas y, a continuación, tres cuentas aún más alejadas.
  3. Enfoque y alineación: Ponte de pie o siéntate cómodamente y centra tu mirada en la cuenta más cercana. La cuenta debe aparecer única y clara. Este enfoque inicial ayuda a alinear los ojos y establecer una línea de base para el ejercicio.
  4. Cambia de enfoque: Mientras mantienes la mirada en la primera cuenta, toma conciencia de las otras cuentas en tu visión periférica. Sin mover la cabeza, desplaza tu atención a la siguiente cuenta de la secuencia. El objetivo es ver todas las cuentas en una sola línea sin perder de vista cada una de ellas.
  5. Comprueba la alineación: Mientras cambias el enfoque de cuenta en cuenta, presta atención a cualquier desalineación o visión doble. El ejercicio de la cuerda de Brock ayuda a entrenar los ojos para que converjan y trabajen juntos con eficacia, mejorando la percepción de la profundidad y la coordinación ocular.

Terapia visual gamificada: AmblyoPlay se desarrolló para tratar el ojo vago mediante ejercicios divertidos

La terapia visual de AmblyoPlay es un enfoque apasionante para tratar los ojos vagos y otros problemas de visión binocular. La terapia visual se realiza mediante juegos interactivos y atractivos en la comodidad de su hogar durante 30 minutos al día. Al incorporar ejercicios oculares divertidos al proceso de terapia visual, AmblyoPlay convierte la terapia en una experiencia encantadora.

Cómo empezar con la terapia visual AmblyoPlay

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  4. Empieza a entrenar tu visión:
    – Evaluar
    – Disfrutar
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Entrenamiento para el ojo vago.

Con la novedosa terapia binocular, es decir, que las personas llevan gafas con filtro mientras juegan, se estimulan ambos ojos por separado, pero también se les enseña a trabajar juntos con eficacia.

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Conclusión

Aunque estos ejercicios pueden ser beneficiosos para las personas con ojo vago, es importante consultar a un oftalmólogo para obtener un diagnóstico y un plan de tratamiento completos. Estos ejercicios oculares para el ojo vago deben complementar la orientación y el tratamiento profesionales, no sustituirlos.

La constancia es la clave, así que intente incorporar estos sencillos ejercicios oculares a su rutina diaria para mejorar la coordinación y fortalecer el ojo más débil. La coherencia es la clave, así que intente incorporar estos sencillos ejercicios oculares a su rutina diaria para mejorar la coordinación y fortalecer el ojo más débil.

TERAPIA VISUAL

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